COMUNICADO DE LA ASAMBLEA FEMINISTA UNITARIA

COMUNICADO DE LA ASAMBLEA FEMINISTA UNITARIA

ANTE LOS ACUERDOS CONSEGUIDOS TRAS LAS NEGOCIACIONES ENTRE EL ENCIERRO Y LA UGR, Y EN APOYO AL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL

Desde la Asamblea Feminista Unitaria queremos en primer lugar, mostrar nuestro apoyo hacia el movimiento estudiantil en su conjunto (organizaciones estudiantiles, sindicatos, asambleas…) que durante años ha sido referente de la movilización social en la ciudad de Granada. Nos solidarizamos con la lucha por la educación pública en general y con las diferentes reivindicaciones concretas que se exigen en cada una de las acciones que lleva a cabo el movimiento estudiantil granaíno, como son: la lucha por el B1 gratuito, la reivindicación de un calendario académico elegido democráticamente, la mejora de las infraestructuras y materiales, la apertura de más salas de estudios, la lucha por conseguir unas condiciones laborales dignas del personal subcontratado por la UGR…

Pensamos que el diálogo entre el movimiento estudiantil y el movimiento feminista es imprescindible, porque los centros de estudios son reflejo de la sociedad patriarcal en la que vivimos, y por tanto también son espacios donde se reproduce la desigualdad de género (acoso sexual, de género, por orientación e identidad sexual; techo de cristal y dificultad de conciliar en la carrera investigadora; comentarios y chistes sexistas por parte de compañerxs y profesorxs, objetivización sexual en la publicidad que aparece en los campus universitarios, invisibilización de las mujeres en los temarios y las contribuciones científicas, distribución desigual de hombres y mujeres en carreras técnicas –masculinizadas- o relacionadas con las humanidades y el cuidado de la vida –feminizadas-…).

Por ello, nos alegra comprobar que lxs compañerxs del encierro que tuvo lugar hace unas semanas en la Facultad de Ciencias, y que se contagió posteriormente a la Facultad de Filosofía y Letras, se hayan hecho eco de muchas de las reivindicaciones que desde la Asamblea Feminista Unitaria hicimos en su día al protocolo contra el acoso recién aprobado por la UGR, y que estaba pendiente desde 2011 (https://asambleafeministaunitaria.wordpress.com/2016/11/14/universidad-libre-de-violencia-patriarcal/). Así como de que hayan puesto encima de la mesa la necesidad de empezar a cuestionar el binarismo de género entre la comunidad universitaria. Agradecemos tanto a lxs compañerxs que han estado encerradxs, como a lxs que han apoyado el encierro desde fuera, que hayan incorporado demandas feministas entre sus reivindicaciones. Y compartimos la alegría de que se haya llegado a algunos acuerdos, porque ejemplos como este ponen de manifiesto que a través de la lucha se consiguen importantes victorias. No obstante, también somos conscientes de que todavía queda mucho por hacer y esperamos poder trazar alianzas futuras para conseguir el mayor número de reivindicaciones posibles.

PORQUE PARA QUE UNA EDUCACIÓN SEA DE TODXS Y PARA TODXS,
NECESARIAMENTE TIENE QUE SER FEMINISTA

UNIVERSIDAD LIBRE DE VIOLENCIA PATRIARCAL

cartel-campana-acoso-redesDesde la Asamblea Feminista Unitaria, en respuesta a los casos que salieron a la luz en la Universidad de Granada durante el pasado curso, consideramos necesario visibilizar y denunciar el acoso sexual en el ámbito académico, así como todas las actitudes sexistas que diariamente se dan en los centros educativos y perpetúan la desigualdad entre hombres y mujeres.

El acoso sexual es aquel comportamiento verbal o físico, de naturaleza sexual que atente contra la dignidad de una persona, creando un entorno intimidatorio, degradante u ofensivo. El acoso sexual constituye además una forma de discriminación basada en el género que tiene graves repercusiones en la salud física, psíquica y social de las mujeres, así como un delito tipificado en el art. 184 del Código Penal. Si bien los hombres también pueden ser objeto de acoso sexual, somos las mujeres quienes más expuestas estamos a ello por el papel subordinado que ocupamos en la sociedad, por lo que cabe señalar el acoso sexual como una de las diversas manifestaciones de las violencias ejercidas contra las mujeres, y al sistema patriarcal como el principal responsable de esta violencia.

La universidad no es un espacio libre de violencia patriarcal, ya que esta violencia atraviesa todas las clases sociales y niveles educativos. Según la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, una de cada dos mujeres en la Unión Europea, es decir el 55%, ha sido víctima de acoso sexual, pero sólo una pequeña proporción de los casos son denunciados debido a la dificultad de identificar las situaciones de acoso como violencia contra la mujer, la desinformación, la impunidad del acosador debido a su estatus o la falta de apoyo que encuentran las mujeres cuando se disponen a denunciar a su acosador.

A ello, tenemos que añadir que en el ámbito universitario muchas veces las denuncias no resuelven la situación de acoso, sino que ahondan en la revictimización de quienes se atreven a denunciar, y que en numerosas ocasiones las actuaciones se limitan a cambiar discretamente de clase o despacho al denunciado, como ha ocurrido en la UGR, lo que favorece la impunidad ante casos similares. Esto evidencia que desde la Universidad existe cierta reticencia a visibilizar y afrontar de forma contundente el acoso sexual, bajo la falsa creencia de que este tipo de violencia es poco frecuente y relevante, y que hacerla pública desprestigiará a la institución o generará imágenes negativas sobre ella. Por el contrario, consideramos que es el silencio institucional, la falta de herramientas existentes contra el acoso sexual y el favorecimiento de la impunidad de los agresores lo que desprestigia a la UGR y genera no sólo la reafirmación de las desigualdades de género, sino además el surgimiento de nuevos casos de violencias sexuales.

Por todo ello, desde la Asamblea Feminista Unitaria reivindicamos una universidad libre de actitudes sexistas y que luche activamente contra el acoso sexual, exigiendo:

1. Que la Universidad sea un espacio de seguridad donde no se reproduzcan situaciones ni violencias sexistas, porque tenemos derecho a convivir, trabajar y estudiar sin sentir miedo.

2. Que en el Protocolo de la Universidad de Granada para la Prevención y Respuesta ante el Acoso, pendiente desde 2011 y recientemente publicado por la UGR, estén presentes algunos aspectos, pues aunque no dudamos de las buenas intenciones de la Unidad de Igualdad, creemos que, de cara al futuro, es importante dejar por escrito y claramente definidos los siguientes puntos:

– Que explicite que no es necesario que las conductas de acoso sean reiteradas en el tiempo para acceder a los mecanismos de denuncia.

– Un formulario de denuncia en la web de la UGR o una aplicación online que permita denunciar de manera dinámica y sin necesidad de identificarse.

– Delimite los plazos máximos de resolución de los procedimientos de actuación, pues aunque entendemos que cada caso tiene sus particularidades y es difícil determinar un tiempo fijo, consideramos importante señalar un plazo máximo, para que la situación no se dilate en el tiempo, de manera que la persona que ha denunciado no tenga la sensación de que ha perdido el tiempo.

– Especifique algunos ejemplos de las medidas de protección dirigidas hacia las mujeres (sin que en ningún caso éstas generen una consecuencia negativa para la mujer que denuncia), así como algunos ejemplos de las medidas disciplinarias que se podrían imponer desde la Inspección de servicios a quienes acosan con el fin de que tengan un carácter disuasorio.

– Favorezca una actitud activa de toda la comunidad universitaria frente a la violencia. Y entendemos que esto pasa por denunciar los casos existentes y no esconderlos.

– Contemple la posibilidad de inversión de la carga de la prueba en los procedimientos de actuación, es decir, que sea el denunciado el que justifique la ausencia de pruebas, en lugar de ser la víctima la que deba demostrar el acoso sufrido.

– Sea de obligatoria difusión, como mínimo anual, a través de diferentes medios (web, correo, puntos de información…) y acciones (campañas, talleres).

3. La condena, tanto pública como privada, de los comentarios y actitudes sexistas que ocurren diariamente en las aulas, porque la complicidad y la impunidad los refuerzan.

4. El fin de la publicidad sexista en los tablones universitarios, porque el uso de la cosificación del cuerpo de las mujeres como estrategia de marketing alimenta la violencia sexual.

5. Formación en materia de género para toda la comunidad universitaria, con el fin de utilizar la educación como una herramienta que nos permita identificar, prevenir y actuar ante casos de acoso o cualquier otra forma de violencia sexista.

Del mismo modo, es necesario generar herramientas que no se orienten exclusivamente a la protección de las mujeres y al castigo del agresor, sino que se dirijan también de forma colectiva a los hombres, cuestionando, combatiendo y deconstruyendo las masculinidades tradicionales.

UNIVERSIDAD LIBRE DE VIOLENCIA PATRIARCAL
¡¡STOP ACOSO SEXUAL!!

CREACIÓN DE UNA COMISIÓN DE INVESTIGACIÓN EN LA UGR ANTE LOS CASOS DE ABUSO SEXUAL

megaphone-3LA ASAMBLEA FEMINISTA UNITARIA PIDE A LA UNIVERSIDAD DE GRANADA QUE CREE UNA COMISIÓN DE INVESTIGACIÓN ANTE LOS CASOS ACTUALES DE ABUSO SEXUAL PARA NO PROLONGAR LA DOCENCIA DE PROFESORES SI SE RESUELVE QUE HAN COMETIDO DELITO.

– La Universidad de Granada (UGR) no tiene en activo ningún protocolo de prevención y actuación en casos de acoso y abuso sexual.

– Hace tres meses que una alumna denunció en la UGR a un profesor por abuso sexual e interpuso una demanda penal. La creación de una Comisión de Investigación paralela al proceso judicial, tal y como establecen los protocolos de otras universidades, resolvería si procede que la docencia del presunto abusador no se prolongue hasta la celebración del juicio, que puede hacerse esperar un año.

Es difícil que una alumna universitaria se decida a denunciar un acoso sexual por parte de un profesor, todavía más si no existe un procedimiento claro y una seguridad en el proceso. Aún así, Paula -nombre ficticio-, denunció ante el Defensor Universitario de la Universidad de Granada (UGR) que había sufrido abuso sexual en al menos dos ocasiones por parte de su profesor, que de acuerdo a su relato la forzó, le tocó los genitales y le dejó unos moratones marcados en las ingles. Inspección de Servicios le recomendó denunciar por vía penal, puso a su disposición una psicóloga, le ofreció cambiar de clase y la derivó a una asociación de mujeres maltratadas financiada por la Junta de Andalucía, que fue quien le proporcionó una abogada.

Esto ocurrió el pasado diciembre. El presunto abusador ha seguido ejerciendo la docencia con normalidad, con el agravante de haber violado el principio de confidencialidad -según una queja formal presentada por uno de los testigos ante Inspección de Servicios- al hacer público el caso y las identidades de los implicados a miembros del aula que denunciado y denunciante anteriormente compartían. Paula se siente acosada, juzgada, insegura y nada protegida por la universidad. Está diagnosticada con depresión mixta. Pese a que cambió de clase, tuvo que hacer el examen que ese profesor puso para la asignatura. Paula suspendió.

Esta situación se podría haber solventado más rápido y con diligencia con un Protocolo de prevención y actuación frente al acoso y abuso sexual dentro de la universidad. Pero la UGR no tiene. Desde el Defensor Universitario dicen que está pendiente de aprobación. La Unidad de Igualdad lleva anunciando desde 2011 su creación.

Con el Protocolo, la UGR podría tener servicios de acompañamiento para la víctima a la hora de presentar la denuncia ante la policía o someterse al examen médico. Asesoría con profesionales expertas en género, una oficina específica y teléfono de denuncia, protección a la víctima y prohibición de represalias, campañas reales de formación y sensibilización que impliquen a toda la comunidad universitaria y, sobre todo, una comisión investigadora especializada en este tipo de casos que iniciara un procedimiento paralelo al judicial para, si procede, aplicar la sanción correspondiente por este tipo de conductas. Al menos así rezan las recomendaciones de la memoria final de 2008 del Instituto de la Mujer (Exp. 50/50) sobre violencia de género en las universidades españolas.

Si Paula hubiera puesto la queja, por ejemplo, en la Universidad de Jaume I de Castellón, el caso hubiera pasado a una Comisión Investigadora, independientemente de la denuncia que ella hubiera puesto por vía penal (art.3). Esta Comisión, con acreditación en materia de género y paritaria, indagaría y verificaría internamente el caso para finalmente emitir un informe para Rectorado en el que, en el caso de ratificar el delito, hubiera recomendado la apertura de expediente disciplinario al profesor, acompañada de las medidas pertinentes, incluida la posible denuncia por delito de abuso interpuesta por la Universidad. Denuncia que se hubiera unido a la de Paula. Todo el proceso hubiera durado 45 días. Si Paula perteneciera a la Universitat de València, el plazo máximo de resolución hubiera sido de 30 días. Y si hubiera sido en la Universidad de Valladolid, el caso se hubiera resuelto internamente en sólo 25 días. También tienen un Protocolo a seguir en estos casos y contemplan la creación de comisiones de investigación internas que emitan un informe resolutivo en el plazo máximo de un mes la Universidad Autónoma de Madrid, la Universidad de Vigo o la Universidad de Alicante. En la Universidad del País Vasco, además, hubieran iniciado medidas disciplinarias contra el profesor por haber violado el derecho de confidencialidad.

Pero Paula pertenece a la Universidad de Granada, cuya rectora, dicho sea de paso, acaba de recibir el premio Meridiana 2016 en defensa de la igualdad de género, pero donde, dada la ausencia de un protocolo de actuación, es muy probable que la situación se prolongue hasta que se resuelva el juicio por vía penal, proceso que puede llegar a tardar hasta un año. Un año en el que el presunto abusador seguirá ejerciendo la docencia con normalidad, de acuerdo a la presunción de inocencia. El instructor del expediente del profesor acusado no ha contactado con Paula, por lo que no parece que se vaya a iniciar ninguna indagación al respecto. Han pasado aproximadamente tres meses desde que Paula puso en conocimiento el caso en la Inspección de Servicios de la UGR.

La Asamblea Feminista Unitaria exige a la UGR que se cree una Comisión de Investigación transitoria -una figura que la Universitat de València ya contempló para los posibles casos que ocurrieran mientras se ponía en marcha el protocolo- que resuelva con premura los casos de abuso que se dan actualmente dentro de la universidad. También exige que a corto o medio plazo se apruebe un Protocolo de actuación ante estos casos, tal y como establece la LO 3/2007 en su art. 62, que asegure la protección y el apoyo total hacia las víctimas. Y que se cree un registro anual con los datos estadísticos de estos casos y su persecución, como recogen los protocolos de otras universidades, que puestos en conocimiento de la comunidad universitaria ayuden a crear una cultura de sensibilización hacia cualquier tipo de situación discriminatoria. Así como que la Universidad denuncie públicamente estos casos y se comprometa de forma activa en la lucha contra el machismo que día a día está presente en sus aulas, pues el silencio y la invisibilización perpetúa el sexismo, la normalización de estas conductas y la inseguridad de las víctimas a la hora de denunciar.

CANDIDATO A RECTOR DE LA UGR INDALECIO SÁNCHEZ: EN NUESTROS CUERPOS, NOSOTRAS DECIDIMOS

megaphone-3El próximo 27 de mayo se celebrarán las elecciones a rector de la Universidad de Granada. El candidato a rector Indalecio Sánchez Montesinos, actual decano de la Facultad de Medicina, presidió el 13 de octubre de 2009 un acto en el que se presentaba un manifiesto contra la interrupción voluntaria del embarazo. Una vez más, en dicho acto se esgrimía el argumento de la “defensa de la vida” como base para negar el derecho de las mujeres a decidir sobre nuestras vidas y nuestra reproducción. Entendemos que lo que va en contra de la vida es negar nuestra capacidad para decidir por nosotras mismas e imponernos la maternidad a las mujeres, que nos lleva a la realización de abortos clandestinos (con los riesgos que ello conlleva) o a la precarización de nuestras vidas, al tener que hacer frente al cuidado de los hijos e hijas en un contexto de recortes en derechos laborales y servicios públicos.

1255452143_0Desde la Asamblea Feminista Unitaria de Granada queremos mostrar nuestro rechazo a esta candidatura que representa el sector más conservador y reaccionario de la comunidad universitaria. Como espacio de producción de conocimiento, entendemos que la Universidad debe estar al servicio de los derechos de las personas y ser pionera en los avances hacia una sociedad más justa e igualitaria para todos y todas. Queremos dejar claro que con este comunicado no pretedemos expresar un apoyo expreso a ninguna otra candidatura, pero como mujeres y feministas no podemos consentir que una persona que públicamente se ha mostrado contraria a los derechos de las mujeres pueda convertirse en el futuro rector.

Enlace a la noticia:
http://www.elmundo.es/elmundo/2009/10/13/andalucia/1255452143.html