MATERIALES DE IGUALDAD PARA LOS CENTROS EDUCATIVOS

Desde la Asamblea Feminista Unitaria de Granada condenamos la difusión de materiales que reproducen falsos mitos sobre el feminismo por parte de la Delegación de Educación de la Junta de Andalucía. Este organismo pone a disposición de todas las Coordinadoras del Plan de Igualdad de los centros educativos, un documento que pretende servirles de guía para llevar a cabo su tarea. Está elaborado por un tal David Sánchez Garrido, asesor en el CEP de Antequera sobre esta materia y para nuestra sorpresa, al principio del documento leemos el siguiente epígrafe:

SEXO-GÉNERO. CORRIENTES DE PENSAMIENTO FRENTE A LA IGUALDAD:

Feminismo no igualitario

Humanismo igualitario

Machismo pseudo igualitario

Machismo no igualitario

Las definiciones que da para cada categoría se pueden leer en la imagen adjunta. No es una broma. Aunque lo parece.

Está colgado en el Portal de Igualdad, cuya misión es servir de soporte informativo y de punto de encuentro entre coordinadoras del Plan, de cara al desempeño de sus funciones en los centros educativos. Estas son, cumplir y promocionar el Plan de Igualdad. La realidad es que muy pocas/os tienen formación en feminismo y coeducación, así que cuando se les asigna la coordinación de dicho plan, se sienten perdidas o abrumadas por una tarea para la que no han sido preparadas. A muchas, la falta de conciencia les hace sentir indiferencia. Otras tantas hacen lo que pueden y tratan de ponerse al día con los recursos que se les ofrecen.

Así que si se toman la molestia de mirar los que la Junta ofrece, se encontrarán con este documento que refuerza con estas definiciones la falsa idea de que el feminismo es lo contrario de machismo. Otra vez. Constantemente se pierden oportunidades de defender lo que de verdad significa el feminismo. Si recurrimos a la RAE, institución poco sospechosa de promocionar la igualdad, leeremos la siguiente definición de Feminismo:

«Ideología que defiende que las mujeres deben tener los mismos derechos que los hombres».

Más elaborada y precisa es la definición de Victoria Sau: «el feminismo es un movimiento social y político que se inicia formalmente a finales del siglo XVIII y que supone la toma de conciencia de las mujeres como grupo o colectivo humano, de la opresión, dominación y explotación de que han sido y son objeto por parte del colectivo de varones en el seno del patriarcado bajo sus distintas fases históricas de modelo de producción, lo cual las mueve a la acción para la liberación de su sexo con todas las transformaciones de la sociedad que aquélla requiera».

Pero la idea contraria es la que impera en la sociedad patriarcal y la que se perpetúa también gracias a la de-formación de quienes tienen que ser agentes de cambio para la igualdad. Hablamos de EDUCACIÓN. Si tenemos la voluntad y la esperanza de cambiar las cosas, esa posibilidad está en la educación de las presentes y futuras generaciones. Si no destinamos recursos válidos y personas formadas en feminismo, será imposible: será un lavado de cara, un cumplir con lo políticamente correcto, un aquí sí estamos concienciados/as…

Este documento ha pasado varios filtros oficiales; desde el CEP de Antequera a la Delegación de Educación, hasta llegar a la propia Consejería de Educación. Desconocemos el número de personas que en estas administraciones habrán leído el documento, el caso es que ahí está. Esta es otra muestra más de la desidia de las instituciones por erradicar el patriarcado, un tema que no sólo no les importa, si no que tomarlo en serio también significaría cuestionar los privilegios de quienes las dirigen. Esto también explica que destinen 0€ a la financiación del Plan, hecho que ocasiona que muchas veces las coordinadoras hagan malabares para sacar el trabajo adelante. Todo, sumado a la hostilidad cotidiana que se suele respirar en los centros hacia el feminismo, el resultado es más obstáculos y más sólidos para quienes, a pesar de todo, trabajan para cambiar las cosas.

Sumando: personal sin formación + ausencia de presupuesto = (Plan de Igualdad) papel mojado

Afortunadamente, este material ya ha sido retirado del Portal de Igualdad de la Junta de Andalucía tras el requerimiento de la Asamblea Feminista Unitaria.

MANIFIESTO 25-N (Asamblea Feminista Unitaria)

ARTE_MANIFIESTO_LOGO_FINAL1_0¡NOS QUEREMOS VIVAS!

Hoy 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, queremos salir a la calle para llenarlas de lucha y feminismo combativo y dejar bien claro que si nos tocan a una nos tocan a todas. Desde la Asamblea Feminista Unitaria, condenamos y mostramos una vez más en las calles nuestro más enérgico rechazo a la violencia machista. Estuvimos presentes en la masiva manifestación estatal del pasado 7 de noviembre en Madrid, caminando junto a compañeras de todos los territorios del estado para mostrar nuestra firme determinación de erradicar la violencia machista y para exigir la implicación en esta lucha de toda la sociedad y de la clase política; y también sufrimos en tan solo 48 horas después de esta manifestación estatal el asesinato de  5 mujeres, por las que volvimos y volvemos a salir hoy a la calle.

En lo que llevamos de año, 62 mujeres y 4 niñxs han sido asesinadas, de las cuales solo 48 de ellas son reconocidas a día de hoy por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, ninguna de las cuales era un menor. El 20,9% de estos asesinatos se han cometido en Andalucía, siendo ésta la Comunidad Autónoma con el índice más alto de asesinatos por violencia machista.  La discrepancia en las cifras se debe a que los datos oficiales no contemplan casos en los que “no está clara la causa del asesinato” o en los que el perpetuador no mantenía una relación sentimental con la mujer asesinada. . Las cifras oficiales no reconocerán nunca a la mujer asesinada a manos de su cuñado antes de que éste matara también a su ex pareja. Todavía se mantienen casos en investigación, uno de ellos se debe a que la administración no tiene claro que sea un caso de violencia de genéro porque se suicidó. Lo que no cuentan es que un año antes su pareja había matado a su hija para hacerle daño. ¿Son entonces estos asesinatos claros casos de violencia machista? Si, nosotras no tenemos ninguna duda.

Esto pone de manifiesto la utilización de una definición de violencia contra las mujeres muy parcial y simplista, que no permite abordar la complejidad que supone este problema social. Un problema que a pesar de su gravedad, aún no ha conseguido despertar el suficiente interés entre las autoridades como para firmar un pacto de Estado. El tratamiento institucional del problema sigue victimizando a las mujeres y a menudo, tratando como un problema individual un problema profundamente arraigado en nuestro sistema social y económico. Son frecuentes las caricaturización de los agresores como enfermos mentales o consumidores de sustancias y de las agredidas como débiles, pasivas y tontas, sin profundizar en las causas estructurales de la violencia. Además, la cifra de mujeres asesinadas cada año pone de manifiesto la insuficiencia de la Ley Orgánica 1/2004 de 28 de diciembre de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género. Una vez más, las mujeres hemos sido utilizadas para el lavado de cara del bipartidismo a través de leyes que se han quedado en papel mojado.

La violencia machista no es un problema individual sino todo lo contrario, es producto del sistema heteropatriarcal en que vivimos, donde los feminicidios no son más que la punta del iceberg de las violencias que día a día sufrimos las mujeres en todos los ámbitos de nuestras vidas. Pero insistimos en que hay un conjunto muy amplio de violencias, más sutiles (comentarios y chistes sexistas, actitudes controladores o paternalistas, etc.) que son las que constituyen la base que permite que el iceberg salga a la superficie y perpetúan la existencia de todas las manifestaciones explícitas de la violencia machista.

Del mismo modo, pensamos que también es violencia el sistema económico que nos gobierna, que desahucia a familias (en muchos casos, mujeres) mientras rescatan bancos y grandes empresas; que atenta contra los derechos laborales para aumentar beneficios, conduciéndonos a una precariedad laboral que prácticamente es inherente a nuestra condición de mujeres. Un sistema económico que impone una división sexual del trabajo que nos obliga a las mujeres a realizar trabajos eternamente no reconocidos ni valorados, relacionados con los cuidados.

Y pensamos también, que violencia es el sistema patriarcal en el que vivimos, que nos relega a unos roles de género que no queremos, nos cosifica, nos encorseta a un ideal de belleza del que es difícil escapar y nos impone un modelo de familia, de relaciones y de sexualidad que no hemos elegido, y que muy a menudo no tiene en cuenta nuestras necesidades, ni nuestras opiniones.

CONTRA LAS VIOLENCIAS MACHISTAS: ¡LUCHA FEMINISTA!