MANIFIESTO CONJUNTO 25N (2016) PLATAFORMA 25N Y ASAMBLEA FEMENISTA UNITARIA

manifiesto25nconjunto-1MANIFIESTO 25 DE NOVIEMBRE 2016

Desde la PLATAFORMA 25 DE NOVIEMBRE y la ASAMBLEA FEMINISTA UNITARIA, que integran a diferentes asociaciones de mujeres, partidos políticos, sindicatos, personas independientes, y entidades de Granada que trabajan a favor de la igualdad y contra la Violencia de Género:

– Nos rebelamos ante cualquier forma de violencia contra las mujeres de forma activa, ocupando la calle como recientemente lo han hecho las compañeras feministas de Chile, Argentina,…para gritar alto y claro que ¡Nos queremos vivas! Y es que en este año 2016, según cifras oficiales, son ya 39 asesinos que han dejado sin madre a 25 menores, segando la vida de 39 mujeres (92 según feminicidios.net). Más de 1.000 en los últimos 10 años.

Rechazamos cualquier acto de violencia machista, sea económica, física, psicológica o sexual. Así como la violencia simbólica y estructural que sufrimos las mujeres en nuestro día a día, que se ve incrementada por las diferencias étnicas, sexuales y de diversidad funcional, fruto del sistema heteropatriarcal en el que vivimos y que a menudo pasa desapercibida, pero que contribuye a mantener la desigualdad entre mujeres y hombres, y por tanto a perpetuar la violencia. Denunciamos como parte de esa violencia, la discriminación laboral, la invisibilización en el espacio público, en el lenguaje, la cosificación de nuestros cuerpos en los medios de comunicación, la feminización de la pobreza en tiempos de crisis, el reforzamiento del rol de cuidadora cuando se producen recortes en servicios públicos, la socialización diferencial de género, etc.

E insistimos en que la violencia contra las mujeres es un problema profundamente enraizado en nuestro sistema social y económico que promueve la superioridad de los hombres frente a las mujeres en todas las esferas de la vida. Por lo que es necesario deconstruir la masculinidad heteronormativa (cuestionando los privilegios de los hombres), y promover otras masculinidades, que sean cómplices en la lucha feminista, en lugar de verse amenazados por ella. Que no se amparen en el discurso de la falsa neutralidad y que se impliquen de manera activa en la lucha contra el sexismo.

– Del mismo modo, nos parece fundamental atajar los falsos mitos sobre la violencia machista y las actitudes neosexistas, que surgen de sectores que se sienten amenazados ante las conquistas sociales promovidas por el feminismo en las últimas décadas. Y especialmente, queremos insistir en que las denuncias falsas en casos de violencia de género son solo el 0.01 de los casos (según Fiscalía General del Estado), un porcentaje muy inferior al de denuncias falsas en otro tipo de delitos (por ejemplo, en 2014 la Policía Nacional estimó que aproximadamente un 60% de los casos en los que se denuncian robos con violencia o intimidación son falsos,). En cambio, entre 2009 y 2014, de las 783.826 denuncias presentadas por violencia de género, sólo ha habido 49 condenas por denuncia falsa (FGE). Asimismo, el Síndrome de Alienación Parental y la custodia compartida impuesta son argumentos jurídicos muy peligrosos, cuyo uso se está extendiendo y que socialmente deberíamos combatir.

– Y reivindicamos también que los recortes de presupuesto para prevención y atención, el desmantelamiento de los servicios, y plantear la atención a las víctimas como caridad y no como un derecho, son pasos atrás que cuestan vidas.
Por todo ello, EXIGIMOS:

Que a la lucha contra las violencias machistas se le dé prioridad política y sea una cuestión de estado que implique a toda la sociedad (instituciones, organizaciones políticas, sindicales, y sociales). Que se centre en elaborar medidas de carácter integral que garanticen a las mujeres el derecho a una vida libre de violencias.

– Que la lucha y los recursos incluyan tanto la violencia que ejerce la pareja, o ex pareja, como las agresiones sexuales, el acoso sexual en el ámbito laboral, la trata con fines de explotación sexual/laboral de mujeres y niñas y todas las violencias machistas.

– Que se recuperen e incrementen las partidas presupuestarias que se han venido recortando en los últimos años, especialmente los recursos destinados a la prevención, a la recuperación integral de las víctimas y de los/as menores, y los servicios sociales que dependen tanto de las CCAA, como de los servicios de proximidad de los ayuntamientos.

– Que se proporcione una alternativa habitacional para las mujeres que sufren violencia y carecen de recursos, sin necesidad de denuncia, con el único requisito de un informe favorable de los servicios sociales y de atención específica a la violencia de género.

– Que se ponga en marcha el acompañamiento integral especializado para facilitar la denuncia a aquellas mujeres que quieran llevarla a cabo, y atender específicamente a quienes las retiran por miedo, coacción o cualquier otra circunstancia, realizando un seguimiento de los casos y asegurando el apoyo psicológico en todo el proceso.

– Que se elimine la custodia compartida impuesta, el régimen de visitas y la patria potestad a los maltratadores condenados. Y que desde el Consejo General del Poder Judicial y el Ministerio de Interior se tomen medidas para erradicar la difusión del acientífico Síndrome de Alienación Parental y el peligroso discurso de las denuncias falsas.

Que se incorpore al currículum la formación específica en igualdad, nuevas masculinidades, educación afectivo-sexual y prevención de la violencia de género en todas las etapas educativas, así como que se garantice esta formación en el profesorado.

Que se asegure la formación en género de todxs lxs profesionales en contacto con mujeres en situación de violencia (policías, judicatura, psicólogxs, trabajadorxs y educadorxs sociales…)

Que las agresiones sexuales se incluyan en la Ley Integral como delitos de violencia de género, y se realicen estadísticas oficiales para conocer la prevalencia de este tipo de violencia.

Una sociedad justa exige avanzar hacia una sociedad segura y libre de violencias para las mujeres, que garantice una respuesta efectiva para quienes la sufren, así como para sus hijos e hijas.

TU NEUTRALIDAD REFUERZA EL MACHISMO. ¡PLANTA CARA!

Manifiesto 25N (2016) ¡CONTRA LAS VIOLENCIAS DEL HETEROPATRIARCADO Y EL CAPITAL, FEMINISMOS COMO RESPUESTA!

¡CONTRA LAS VIOLENCIAS DEL HETEROPATRIARCADO Y EL CAPITAL, FEMINISMOS COMO RESPUESTA!

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Desde la ASAMBLEA FEMINISTA UNITARIA, en este 25 de Noviembre, llenamos la calle de unfeminismo combativo, uniéndonos a las compañeras de América Latina, Europa y otras partes del mundo, quienes el pasado mes de octubre llevaron a cabo manifestaciones, acciones y paros nacionales promovidos desde Argentina. Nos rebelamos contra cualquier forma de violencia hacia las mujeres, gritando alto y claro que ¡NOS QUEREMOS VIVAS!

La violencia machista forma parte de una violencia estructural legitimada por el sistema heteropatriarcal -sistema social, económico y cultural que impregna todas las capas de la sociedad- y en el que se apoyan el capitalismo y la iglesia.

Este sistema nos oprime tratándonos como ciudadanas de segunda e invisibilizando los trabajos de cuidados que realizamos de manera gratuita y sin reconocimiento; a lo que hay que añadir el cierre de escuelas públicas, comedores escolares, etc. que nos obligan a absorber este trabajo que el Estado no asume, pero que es imprescindible para la sostenibilidad de la vida y del sistema heteropatriarcal y capitalista.

Desde las altas esferas del poder político la violencia contra las mujeres es ejercida mediante leyes y reformas contra nuestros cuerpos y nuestro derecho a decidir libremente sobre nuestra sexualidad y nuestra maternidad o no maternidad; expulsándonos del mercado laboral por esta misma posibilidad de ser madres, con trabajos precarizados: el 75,8% de los contratos parciales son realizados por mujeres; y con una brecha salarial que alcanza ya el 24%. Esto conlleva una feminización de la pobreza que nos relega aún más al trabajo en casa, sin posibilidad de independencia económica. Esta situación se agrava si se vive una situación de maltrato, pues al ser dependiente del agresor, no es posible escapar de la violencia por medios propios, ni a través de los servicios sociales, cada vez más escasos por los recortes llevados a cabo por el bipartidismo.

A estos recortes en los servicios sociales, en la sanidad, la educación, así como las sucesivas reformas laborales, hay que sumar otras violencias que nos afectan únicamente a nosotras por el hecho de ser mujeres, que es diaria y consentida por la sociedad, que se ejerce en lo público y en lo privado, y que va desde la violencia más simbólica y sutil, hasta el asesinato. Hablamos de las violencias psicológicas, físicas, la discriminación múltiple por motivos de raza etnia, clase, orientación e identidad sexual, verbales, no verbales; que empiezan con la imposición a niñas y niños de roles de género diferenciados, en los que los niños deben ser fuertes y agresivos y las niñas débiles y sumisas; hablamos del “calladita estás más guapa” que nos educa en la pasividad, del “los que se pelean se desean” normalizando la violencia desde tempranas edades, de la cosificación de nuestros cuerpos por los grandes medios de comunicación, del acoso sexual donde estudiamos y trabajamos, del acoso sexual callejero que va desde las miradas lascivas, hasta la violación. Y hablamos de los feminicidios, la violencia más grave ejercida contra nosotras y que se sustenta en todas las demás violencias ejercidas desde las instituciones y desde la sociedad.

Desde la ASAMBLEA FEMINISTA UNITARIA denunciamos todas las violencias contra las mujeres y hacemos un llamamiento a la sociedad a actuar y tomar la responsabilidad que todos y todas tenemos ante esta lacra social. Seguiremos exigiendo y luchando por:

Un mercado laboral que acabe con el techo de cristal (que nos impide acceder a las mujeres a cargos directivos), con la brecha salarial y con la feminización de la pobreza. Un mercado laboral en el que las bajas por maternidad y paternidad sean aumentadas mediante permisos iguales e intransferibles, que garanticen una conciliación familiar real y la corresponsabilidad de las tareas domésticas. Asimismo, exigimos que se reconozcan los derechos laborales plenos de las trabajadoras domésticas, mujeres que además de tener que hacer frente a los cuidados en el ámbito doméstico de sus propios hogares, se dedican profesionalmente a ellos liberando a las familias de este trabajo y permitiendo así la ascensión social, laboral y política. Este fenómeno se conoce como cadena global de cuidados, cadena que está atravesada, por el género, la clase y el lugar de procedencia. El Estado debe asumir este trabajo, y garantizar un cuidado de calidad y accesi-ble para todas y todos. Esto conlleva también ampliar la red de atención a menores, a personas mayores y a personas con diversidad funcional, creando más infraestructuras que sean públicas y gratuitas.

Un sistema sanitario público y de calidad que garantice nuestro derecho a la salud en todos los ámbitos, ya que los problemas médicos que atañen a las mujeres están ligados a una menor investigación que provoca sesgos en el diagnóstico y en el tratamiento de nuestra salud. Un sistema sanitario en el que no se nos discrimine por razón de género, identidad u orientación sexual, como en el caso de la ley de reproducción asistida, que excluye del tratamiento mediante la sanidad pública a las mujeres solas y a las lesbianas. Asimismo, exigimos que se derogue la contrarreforma de la ley del aborto, y se nos garantice el acceso a un aborto libre, legal, gratuito y de calidad por la sanidad pública.

Que la lucha por la erradicación de la violencia machista se dirija también a las agresiones sexuales, el acoso sexual laboral y callejero, la trata con fines de explotación sexual y laboral de mujeres y niñas y todas las violencias machistas; recuperando e incrementando los recursos y que estos se dirijan a cualquier mujer que sufra esta violencia, denuncie o no; asegurando una alternativa habitacional para las mujeres que carecen de recursos y un protocolo de inserción sociolaboral efectivo. Así como que se elimine la custodia compartida impuesta, que no se conceda a los maltratadores el régimen de visitas de los menores, y que se retire la patria potestad a los agresores.

Que se incorpore tanto en el ámbito educativo como en la administración la formación específica en igualdad, nuevas masculinidades, y la educación afectivo sexual y de prevención en violencia de género, a fin de asegurar la formación en género de todxs lxs profesionales en contacto con mujeres en situación de violencia; utilizando la educación para desmontar falsos mitos como el de las denuncias falsas, que solo supo-nen el 0.01% de los casos, un porcentaje muy inferior al 60% de denuncias falsas en otro tipo de delitos, según datos de la Policía Nacional.

Ante estas violencias ejercidas contra nosotras, consideramos vital apoyar desde el feminismo todas aquellas luchas protagonizadas por mujeres: las trabajadoras domésticas por el reconocimiento de sus derechos laborales; la lucha de las compañeras despedidas del 061 de Málaga por una gestión pública y de calidad del sistema sanitario de emergencias andaluz que suponga el fin de subcontratas a empresas corruptas e imputadas como Ilunion ONCE y por la readmisión en sus puestos de trabajo como personal público de la Junta de Andalucía; o la lucha de nuestra compañera Cristina, por su readmisión en la granja escuela Parapanda en condiciones dignas de trabajo.

A través del movimiento feminista se han logrado derechos y libertades para toda la humanidad, nuestra lucha debe ser también la lucha de toda la sociedad. Desde la Asamblea Feminista Unitaria seguiremos llevando a cabo un feminismo de calle y combativo por conseguir un mundo libre de violencias y en el que impere la justicia social. Y para conseguirlo:

¡CONTRA LAS VIOLENCIAS DEL HETEROPATRIARCADO Y EL
CAPITAL, FEMINISMOS COMO RESPUESTA!
ADHESIONES:
-Movimiento Democrático de Mujeres.
-Asociación de Gitanas Feministas por la Diversidad.
-Asamblea de Mujeres de Granada.
-Asociación de Mujeres «Mariana Pineda» de Maracena.
-CGT
-CCOO
-UGT
-SAT
-CSE
-IU
-PCA
-UJCE
-IZAR
-Mercao Social y Cultural de Granada.
Jaleo!!!
SAT Juventud

CINEFÓRUM NOVIEMBRE (2016)

cartel-cineforum-noviembre-2016“MADAME BROUETTE”

El martes, día 22, proyectaremos en el Entresuelo la película “Madame Brouette”, en V.O.S.E. Tras su visionado  abriremos un espacio de debate y reflexión sobre lo mostrado en la cinta.

Año: 2003

País: Senegal

Guión y Dirección: Moussa Sene Absa

Duración: 106 minutos.

Sinopsis: Mati, conocida como Madame Brouette, es una mujer orgullosa e independiente, que trata de sacar adelante a su hija en los barrios pobres de Dakar y a su amiga Ndaxté, que huye de un marido violento. Sueña con montar un pequeño restaurante y ya no quiere saber nada de los hombres. Hasta que se cruza en su camino un seductor y corrupto policía local, Naago, y se vuelve a enamorar. Una mañana el hombre sale de la casa de Mati y se desploma muerto al suelo. Ella se convierte en la principal sospechosa, por ser ex-amante suyo, y así se descubre la dura vida de Mati. Embarazada de nuevo de Naago, busca una salida para su futuro pero la figura del policía siempre se interpone. (FILMAFFINITY)

UNIVERSIDAD LIBRE DE VIOLENCIA PATRIARCAL

cartel-campana-acoso-redesDesde la Asamblea Feminista Unitaria, en respuesta a los casos que salieron a la luz en la Universidad de Granada durante el pasado curso, consideramos necesario visibilizar y denunciar el acoso sexual en el ámbito académico, así como todas las actitudes sexistas que diariamente se dan en los centros educativos y perpetúan la desigualdad entre hombres y mujeres.

El acoso sexual es aquel comportamiento verbal o físico, de naturaleza sexual que atente contra la dignidad de una persona, creando un entorno intimidatorio, degradante u ofensivo. El acoso sexual constituye además una forma de discriminación basada en el género que tiene graves repercusiones en la salud física, psíquica y social de las mujeres, así como un delito tipificado en el art. 184 del Código Penal. Si bien los hombres también pueden ser objeto de acoso sexual, somos las mujeres quienes más expuestas estamos a ello por el papel subordinado que ocupamos en la sociedad, por lo que cabe señalar el acoso sexual como una de las diversas manifestaciones de las violencias ejercidas contra las mujeres, y al sistema patriarcal como el principal responsable de esta violencia.

La universidad no es un espacio libre de violencia patriarcal, ya que esta violencia atraviesa todas las clases sociales y niveles educativos. Según la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, una de cada dos mujeres en la Unión Europea, es decir el 55%, ha sido víctima de acoso sexual, pero sólo una pequeña proporción de los casos son denunciados debido a la dificultad de identificar las situaciones de acoso como violencia contra la mujer, la desinformación, la impunidad del acosador debido a su estatus o la falta de apoyo que encuentran las mujeres cuando se disponen a denunciar a su acosador.

A ello, tenemos que añadir que en el ámbito universitario muchas veces las denuncias no resuelven la situación de acoso, sino que ahondan en la revictimización de quienes se atreven a denunciar, y que en numerosas ocasiones las actuaciones se limitan a cambiar discretamente de clase o despacho al denunciado, como ha ocurrido en la UGR, lo que favorece la impunidad ante casos similares. Esto evidencia que desde la Universidad existe cierta reticencia a visibilizar y afrontar de forma contundente el acoso sexual, bajo la falsa creencia de que este tipo de violencia es poco frecuente y relevante, y que hacerla pública desprestigiará a la institución o generará imágenes negativas sobre ella. Por el contrario, consideramos que es el silencio institucional, la falta de herramientas existentes contra el acoso sexual y el favorecimiento de la impunidad de los agresores lo que desprestigia a la UGR y genera no sólo la reafirmación de las desigualdades de género, sino además el surgimiento de nuevos casos de violencias sexuales.

Por todo ello, desde la Asamblea Feminista Unitaria reivindicamos una universidad libre de actitudes sexistas y que luche activamente contra el acoso sexual, exigiendo:

1. Que la Universidad sea un espacio de seguridad donde no se reproduzcan situaciones ni violencias sexistas, porque tenemos derecho a convivir, trabajar y estudiar sin sentir miedo.

2. Que en el Protocolo de la Universidad de Granada para la Prevención y Respuesta ante el Acoso, pendiente desde 2011 y recientemente publicado por la UGR, estén presentes algunos aspectos, pues aunque no dudamos de las buenas intenciones de la Unidad de Igualdad, creemos que, de cara al futuro, es importante dejar por escrito y claramente definidos los siguientes puntos:

– Que explicite que no es necesario que las conductas de acoso sean reiteradas en el tiempo para acceder a los mecanismos de denuncia.

– Un formulario de denuncia en la web de la UGR o una aplicación online que permita denunciar de manera dinámica y sin necesidad de identificarse.

– Delimite los plazos máximos de resolución de los procedimientos de actuación, pues aunque entendemos que cada caso tiene sus particularidades y es difícil determinar un tiempo fijo, consideramos importante señalar un plazo máximo, para que la situación no se dilate en el tiempo, de manera que la persona que ha denunciado no tenga la sensación de que ha perdido el tiempo.

– Especifique algunos ejemplos de las medidas de protección dirigidas hacia las mujeres (sin que en ningún caso éstas generen una consecuencia negativa para la mujer que denuncia), así como algunos ejemplos de las medidas disciplinarias que se podrían imponer desde la Inspección de servicios a quienes acosan con el fin de que tengan un carácter disuasorio.

– Favorezca una actitud activa de toda la comunidad universitaria frente a la violencia. Y entendemos que esto pasa por denunciar los casos existentes y no esconderlos.

– Contemple la posibilidad de inversión de la carga de la prueba en los procedimientos de actuación, es decir, que sea el denunciado el que justifique la ausencia de pruebas, en lugar de ser la víctima la que deba demostrar el acoso sufrido.

– Sea de obligatoria difusión, como mínimo anual, a través de diferentes medios (web, correo, puntos de información…) y acciones (campañas, talleres).

3. La condena, tanto pública como privada, de los comentarios y actitudes sexistas que ocurren diariamente en las aulas, porque la complicidad y la impunidad los refuerzan.

4. El fin de la publicidad sexista en los tablones universitarios, porque el uso de la cosificación del cuerpo de las mujeres como estrategia de marketing alimenta la violencia sexual.

5. Formación en materia de género para toda la comunidad universitaria, con el fin de utilizar la educación como una herramienta que nos permita identificar, prevenir y actuar ante casos de acoso o cualquier otra forma de violencia sexista.

Del mismo modo, es necesario generar herramientas que no se orienten exclusivamente a la protección de las mujeres y al castigo del agresor, sino que se dirijan también de forma colectiva a los hombres, cuestionando, combatiendo y deconstruyendo las masculinidades tradicionales.

UNIVERSIDAD LIBRE DE VIOLENCIA PATRIARCAL
¡¡STOP ACOSO SEXUAL!!